¿Alguna vez han sentido miedo o preocupación? Cuando eso pasa, ¿a quién recurres? Muchos corren a abrazar a su mamá porque saben que ella los cuidará. Así es como podemos sentirnos Ella, con la Virgen.
Pregunto María:
«¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen? Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.”. Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.” Evangelio según San Lucas, 1 24-38.
Ella fue el primer ejemplo de CONFIANZA en los Planes de Dios, de dejarse hacer por Alguien que quiere cuidarla y que sea feliz. Confiar también es esperar con paciencia y fe, aun cuando las cosas no salen como queremos. Cuando nuestra razón humana no es capaz de soportar esa sencillez que hay tras abandonarse, ser capaz de dejarse hacer.
María es la imagen de una Madre que cuida y guía. Ella vela por nuestras intenciones y todo aquello que anhelamos de Su Hijo. Ella es el modelo de confianza que nosotros los cristianos tenemos que esforzarnos y aprender a ver y seguir, aún sin entender.
La confianza de María no fue una confianza ciega, sino una confianza iluminada por la fe y la certeza del amor de Dios. Al imitar su ejemplo, aprendemos a vivir con serenidad, fe y esperanza en todas las etapas de la vida.
Cuando Su Hijo nos dice 365 veces en la Biblia “no tengas miedo”, nos quiere repetir 365 veces CONFÍA. Nos repite esto tantas veces en los evangelios porque necesita hacernos dóciles, sencillos, pequeños y humildes. Que entendamos que Él está a nuestro lado, que nos manda a Su Madre para tenerla de ejemplo y Auxilio.
Siente tu vida en Sus Manos… y comienza a caminar, CONFÍA, CONFÍA, CONFÍA.
Clara Ruiz Soriano, maestra de Primaria