La psicomotricidad es un aspecto que ayuda a favorecer el desarrollo integral del niño. Mediante ésta, el infante aprende a valorar su cuerpo, a quererlo y cuidarlo, porque adquiere mayor consciencia del mismo y de las posibilidades de movimiento que le ofrece. Es una actividad que le permite mantener su cuerpo y mente sana, ya que con ella se divierte, se socializa y deja fluir su expresión corporal.
En nuestro centro, somos bien conscientes del gran impulso que ocasiona la psicomotricidad en el desarrollo de nuestros pequeños y, por ello, tenemos siempre presentes los múltiples beneficios que nos ofrece:
- Concienciación del propio cuerpo.
- La mejora del equilibrio
- Mayor coordinación motriz
- Desarrollo de la orientación espacial
- Mejora del control y concienciación de la respiración
- Expresión corporal y creatividad
- Desarrollo del ritmo y organización temporal
- Favorece la concentración y la memoria
- Contribuye al mayor conocimiento de sus posibles miedos, emociones y frustraciones, así como el enfrentamiento y la superación de los mismos.
- Mejora la socialización con los demás.
Nuestras sesiones van dirigidas a trabajar la psicomotricidad desde todos los puntos que la componen, enfocándolas siempre a desarrollar el disfrute por el movimiento. Con mucha ilusión y esfuerzo, los más pequeños van avanzando a su ritmo. Exploran diferentes materiales motrices hasta que los dominan e incluso los hacen suyos, creando nuevas posturas y movimientos. Desde aquí , os animamos a que los impulséis a esta aventura psicomotora de la cual estamos encantados de formar parte. Por ello, para acabar os dejamos con una serie de propuestas recogidas en FAROS.
Actividades para impulsar la psicomotricidad fina
- Coger tapones de corcho y ponerlos dentro de un bote.
- Preparar un bote y hacer agujeros en la tapa y que los niños se entretengan en poner dentro bastoncillos de las orejas.
- Dibujar con el dedo sobre una superficie llena de chocolate.
- Preparar una bandeja con nueces y unas pinzas y hacerles pasar el fruto seco en una bandeja para hacer cubitos o en una huevera sin que se caigan.
- Hacerles poner dentro de los agujeros de un colador o un recipiente con agujeros pajitas de colores o hacerles pasar macarrones por un cordel y hacer un colla
Actividades para impulsar la psicomotricidad gruesa
- Coger unos cojines grandes y duros y en forma de cuadrado para que los niños intenten subir y bajar. Esto les ayudará a coger tono muscular y fortalecer las piernas.
- Conseguir unas ruedas de coche (que podemos pintar para que sean más divertidas) y ponerlas en forma de camino para que cada uno a su nivel intente subir o entrar y salir.
- Saltar al ritmo de alguna canción divertida que anime a los niños.
- Subir y bajar escaleras.
- Aprovechar el buen tiempo para hacer actividades acuáticas como nadar, chapotear, jugar con un churro, etc.
- Chutar al balón, botarlo, intentar rodarlo, lanzarlo y cogerlo.