Las últimas diez promociones, del 2013 al 2022, se dieron cita en el colegio junto a profesores y salesianas del centro en un acto fraterno de lo más participativo.
El acto estimaba ser un momento íntimo y recogido de la representación de estas últimas promociones, pero no fue así. La respuesta fue masiva y en torno a unas 150 personas iniciamos la mañana en el teatro. Tras la recepción y breve oración de inicio, seguimos con juegos, dinámicas divertidas y el lipdub del 2011 nos remontó a todo lo vivido en el cole, por lo que recordamos una etapa muy feliz.
La jornada dio para mucho, pues tras este momento celebrativo, se realizó un tour por el resto de la escuela para ver los cambios estructurales de los edificios , recorrer sus pasillos y aulas recordando anécdotas, compañeros, espacios,… Y por supuesto, para subir a la Virgen de la montaña. Algunos hacía 10 años que no habían vuelto por el cole, otros sin embargo habían participado en actividades una vez acabada la etapa de Bachillerato, pero si algo tenían todos en común, es que volvían a casa y allí estábamos todos para celebrarlo.
Y con este sentimiento de familia, concluíamos el día en el comedor escolar con una picaeta conjunta, alargando así los momentos de compartir entre profesores y alumnos, entre las diferentes promociones, con la comunidad de hermanas… Viendo que nuestros chavales han crecido y construído un gran perfil profesional y, sobre todo humano, bajo los pilares sustentados en las raíces salesianas. Aprovechamos este momento para realizar una recogida de datos y establecer un fichero, por posibles disponibilidades hacia necesidades de orientación profesional y salida laboral.
Finalmente les entregamos a modo de detalle una chapa de nuestra Madre Auxiliadora, la que siempre nos acompaña y guía en nuestros pasos, la que nos tiende su manto y protege siempre a nuestros chavales allá donde les lleve la vida. Es ella, nuestra auxilio, la que en realidad nos convocaba a todos a estar juntos en nuestra escuela y la que cada día da sentido a nuestra vocación de educadores, a la etapa escolar como alumnos, a las futuras familias que traerán a sus hijos de nuevo a esta nuestra casa.
Con ellos todo es mejor. Sentir que somos una gran familia y que por muchas promociones que se sucedan, crecemos, construimos y compartimos juntos, denota un cariz especial en la manera de vivir y afrontar la vida confiando siempre en el evangelio.
Porque todos aquellos que pasan por el Colegio de María Auxiliadora de Alicante, sientan que aquí, siempre encontrarán su casa.
Mª Ángeles Rodríguez – Coordinadora de Pastoral Escolar